La verdad es que cuando llegas a Islandia vas con la boca permanentemente abierta. ES ESPECTACULAR y muy diferente a todo lo que has visto hasta ahora. LLegamos un día nublado donde ya avistamos los soplidos de una ballena entrando casi a puerto. 

Nuestra idea es hacer primero el sur y dar la vuelta a la isla subiendo por el oeste.

 Esa misma tarde-noche ...( porque nos fuimos a la 1 de la madrugada y aún había luz )... encontramos un aparcamiento junto al mar con la arena volcánica negra y un pilón de roca majestuoso en el que decidimos quedarnos hasta el próximo día. Por supuesto lo primero que hice fue sacar el Dron y hacer unas cuantas pasadas aéreas. Los colores són increibles y más a esas horas de la noche. ( fotos tomadas a las 23h. )